III Congreso de Educación Ambiental en Andalucía. Córdoba, 23-25 de octubre de 2003

Autores: Mª Luz Díaz Guerrero, Roser Buscarons Guillumet, Amparo Alonso Pérez, Adoración Domínguez Plata, Pepa Moya Pareja y  Susana Barnés Ogalla.
Entidad: Centro de Innovación Educativa Huerto Alegre
Dirección: Apartado de Correos 776 – 18080 Granada    Telf. 958/22.84.96
Web y correo:  www.huertoalegre.com    informa@huertoalegre.com

Resumen de la comunicación

Las bases didácticas de nuestro proyecto educativo (objetivos, metodología, contenidos, evaluación…), así como los principios didácticos que lo sustentan, conforman la presentación de esta comunicación.

La calidad de nuestros programas como factor orientador y condicionante de nuestras actuaciones en cada una de las etapas de los diferentes procesos. El trabajo y el disfrute, una combinación imprescindible.

“Cambiar las cosas”, el objetivo último de nuestra filosofía educativa: nuestro compromiso social y nuestra responsabilidad educativa.

Contenido de la comunicación

  1. Un proyecto común en dos centros de educación ambiental
  2. Cómo entendemos la educación ambiental
  3. Educación Ambiental en espacios naturales protegidos
  4. La calidad, una exigencia en todos los ámbitos de nuestro trabajo
  5. Nuestro compromiso social “cambiar las cosas”

1. Un proyecto común en dos centros de educación ambiental

La Granja-Escuela Huerto Alegre y el Aula de Naturaleza Ermita Vieja son dos concreciones de un proyecto de intervención educativa en el ámbito de la educación ambiental. Un proyecto “vivo”, no acabado, no terminado que se adecúa constantemente a la realidad completa y cambiante en la que se inserta. Un proyecto educativo que tiene que ver, sobre todo con el ámbito de lo cualitativo, de lo actitudinal, de los valores que van a vertebrar gran parte del diseño de actividades y contenidos. Un proyecto educativo a partir del cual queremos intervenir en nuestro mundo, sin falsas distancias, con pasión, vinculándonos.

2. Cómo entendemos la educación ambiental

Apostamos por la educación ambiental porque creemos que es una forma de “cambiar las cosas”, impulsar transformaciones en esta sociedad hacia planteamientos más humanos, más sostenibles para todos los seres vivos de este planeta. Los objetivos de nuestro centro coinciden en gran parte con los de la Educación Ambiental.

El Seminario sobre Educación Ambiental realizado en Belgrado en 1975, concluyó con una serie de declaraciones recogidas en la llamada carta de Belgrado en la que se hace referencia a los objetivos de la Educación Ambiental:

“Se reconocen como metas ambientales: mejorar las relaciones ecológicas, incluyendo las del hombre con la naturaleza y las de los hombres entre sí”

“Se reconocen como metas de la educación ambiental: lograr que la población mundial tenga conciencia del medio ambiente y se interese por él y por sus problemas y que cuente con los conocimientos, aptitudes, actitudes, motivación y deseo necesarios para trabajar individual y colectivamente en la búsqueda de soluciones a los problemas actuales y para prevenir los que pudieran aparecer en lo sucesivo.”

Pero ¿cómo hacemos para propiciar estos cambios?

El Centro se plantea unos objetivos generales que orientan la programación en las diferentes actividades y talleres.

1. Desarrollar la capacidad de comprensión de la realidad ambiental y de los problemas en el entorno se generan, tanto social como natural, promoviendo la sensibilidad hacia los mismos.

Se trata de descubrir el mundo que nos rodea implicando al alumnado en su propio proceso de aprendizaje a través de métodos didácticos más participativos y menos transmisivos. Este proceso no sólo se va a trabajar con conceptos, sino que éstos van a estar arropados al mismo nivel de importancia que los valores, así como de habilidades y herramientas para acercarse a la realidad.

“…Comprender como funciona esta casa para que nuestra actividad sobre ella favorezca la vida. La vida es una realidad compleja fruto de interacciones muchas veces sutiles. Para comprenderla necesitamos sumergirnos en ella con los cinco sentidos. La vida no cabe en un libro”.
Querido Planeta, Huerto Alegre. 1994

Pero el simple conocimiento de hechos, fenómenos y problemas del medio no mejora por sí sólo las relaciones ni los comportamientos de las personas respecto al medio, es necesario un paso más en el proceso de aprendizaje.

2. Desarrollar la capacidad de interpretación del conocimiento, de forma crítica, fomentando la toma de conciencia de la problemática ambiental y del papel que en ella juegan las personas.

Conocer no basta. El simple conocimiento de hechos, procesos o fenómenos no mejora por sí sólo los comportamientos e intervenciones de las personas con respecto al medio. Hace falta implicarse activamente en el proceso de conocer y además establecer relaciones hasta llegar a las causas y consecuencias de los acontecimientos, elementos o hechos estudiados, colocarlos en su contexto, sacar conclusiones. Para ello utilizamos diferentes recursos, estrategias y procedimientos que sustentan el aprendizaje en base a experiencias y razones y no sólo a suposiciones, que permiten a los participantes formular y argumentar sus propias ideas, conclusiones e hipótesis.

Los procedimientos y estrategias de aprendizaje son tan importantes en educación ambiental como los propios conocimientos y conceptos porque implican el desarrollo de la autonomía personal y lo que es más importante, contribuyen al desarrollo de personas críticas difícilmente influenciables por movimientos o corrientes superfluas, con un soporte cognitivo sustentado en la razón, abiertos a las modificaciones sólo con argumentos válidos y racionales.

Pero el conocimiento y la interpretación del mismo no son suficientes para aprender a implicarse y participar en la solución de problemas ambientales es necesario a nivel educativo dar aún un paso más.

3. Desarrollar la capacidad de actuación e intervención de los participantes, de forma consciente, crítica, y constructiva, aportando su implicación y riqueza como persona.

No basta con conocer e interpretar lo que conocemos; en E.A. es fundamental aprender desde pequeños a actuar a intervenir en el mundo que nos rodea para modificar lo que está mal o es injusto o para modificar la evolución de los acontecimientos hacia términos más humanos.

Este proceso no está aislado de los anteriores, todo lo contrario, se sustenta en ellos. La intervención es la última etapa del trabajo de estudio de un hecho, conflicto o situación problemática. Después de conocer e interpretar, valorando todos los elementos y situaciones implicadas, estamos preparados para actuar, conscientes de que no podemos permanecer al margen ni ajenos al problema.

La intervención además de basarse en conocimientos e interpretación de datos se sustenta en unos valores, unas convicciones: el respeto, la responsabilidad en las actuaciones, la solidaridad, la implicación en los hechos y acontecimientos de nuestro entorno.

4. Nuevos valores, nuevas actitudes

A través de esta secuencia cognitiva (conocer, interpretar, intervenir) implícita en las diferentes actividades de nuestros centros, queremos impulsar un cambio progresivo actitudinal en las personas. Se trata de analizar de forma crítica y global los hechos, promoviendo comportamientos responsables y solidarios respecto al entorno y los seres que lo habitan.

Estos nuevos valores se refieren a valores de igualdad, participación, respeto, solidaridad, tolerancia, responsabilidad… e incluyen aspectos referidos a coeducación, educación para la salud, educación para el consumo, educación ambiental, educación para la paz…

¿Cómo se desarrollan o consiguen los objetivos formulados en Educación Ambiental? Para conseguir las metas u objetivos planteados es necesario determinar un método de trabajo, así como el objeto de estudio, es decir los contenidos.

Contenidos de la Educación Ambiental

Para comprender el medio ambiente e intentar solucionar y prevenir los problemas ambientales, es necesario acercarnos a su comprensión con otros ojos, con otras estrategias de conocimiento. La moderna ciencia de la ecología nos proporciona una herramienta útil: la perspectiva sistémica. Esta perspectiva consiste en el estudio no sólo de los elementos que forman el medio, sino y también con más importancia, las relaciones existentes entre ellos, la función de cada uno en su contexto y la evolución del conjunto.

Conceptos como diversidad, interrelaciones, equilibrio, organización… son fundamentales a la hora de comprender nuestro entorno y planificar nuestras intervenciones en él. Además, este enfoque posibilita una visión global de la realidad, una percepción de los problemas, en la que todos y todas estamos implicados interactuando.

1. Contenidos conceptuales: conceptos e ideas importantes para trabajar en Educación Ambiental

La vida es diversidad

La vida es expresión de lo diverso. Entender este concepto tiene grandes implicaciones a nivel comportamental y actitudinal en la vida cotidiana. Este reconocimiento de la diversidad, puede quedarse en nuestro entorno próximo o alcanzar un abanico más amplio y extenderse a reconocer a personas diferentes, opiniones e intereses diferentes, culturas y formas de entender y relacionarse con el entorno de forma diferente, así como a valorar la riqueza de la diversidad por lo bello, lo complementario, lo diferente o simplemente porque existe.

Comprender la diversidad implica desarrollar actitudes de protección y cuidado de lo diverso, aceptar y tolerar las diferencias entre personas e implicarse en la consecución de un mundo más justo y equitativo para todos.

Pero la diversidad va asociada a otro concepto importante y que también debe subyacer a cualquier proyecto de educación ambiental: todos estos elementos se relacionan y dependen unos de otros para vivir.

Un mundo de relaciones

“Aunque nuestra mirada nos ofrezca la imagen de un mundo formado por objetos independientes, cada elemento, cada ser, se encuentra inserto en un contexto donde las relaciones de interdependencia hacen posible la vida del conjunto. Comprender el mundo es comprender la red de relaciones que lo sustenta”.
Querido Planeta. Huerto Alegre, 1994

Nuestra educación nos ha enseñado a separar, a aislar para estudiar, y no a unir los conocimientos por lo que nos hace concebir nuestra humanidad de manera insular, al margen de lo que nos rodea. El conocimiento especializado es una forma particular de abstracción. La especialización abstrae, es decir extrae un objeto de un campo dado, rechaza los vínculos y las intercomunicaciones con su medio, lo inserta en un sector conceptual abstracto que es el de la disciplina compartimentada, cuyas fronteras rompen la relación de una parte con el todo.

El conocimiento debe utilizar ciertamente la abstracción, pero tenemos que intentar construir por referencia al contexto y vinculándolo a nuestras propias experiencias.

Nuestro mundo es un mundo de relaciones e interdependencias, es por lo tanto necesario una reforma de pensamiento que entienda y comprenda de una forma global, insertando los elementos y los problemas en su contexto. Se trata de dejar el pensamiento de piezas sueltas por un pensamiento de lo complejo y de las relaciones.

Autónomos pero dependientes

En esta red de relaciones estamos insertas las personas que también dependemos del resto de seres que habitan el planeta, aunque a veces se nos olvide porque nos sentimos autónomos y con poder. Esta es la falacia de nuestro siglo: nos distanciamos del entorno, olvidando las relaciones de dependencia que nos vinculan a él y actuamos irresponsablemente alterando en muchos casos gravemente el medio natural y permitiendo desigualdades en nuestro entorno social.

“La verdadera autonomía deriva de la comprensión profunda de los lazos que nos unen. Lo necesitamos todo del exterior, el aire, el agua, el alimento, la luz, el calor, la energía, la cultura, las personas…, hasta el lenguaje es fruto de una interacción”.
Querido Planeta. Huerto Alegre, 1994

El medio ambiente, un sistema organizado

La organización es otro contenido importante ya que de su comprensión se deriva la idea de que, en cualquier intervención, cualquier desequilibrio, cualquier hecho, tiene una repercusión en el conjunto. Conocer los elementos del medio es conocer su posición y su función en el conjunto.

El concepto de medio

“Se podría definir entonces el medio ambiente como un sistema constituido por factores naturales, culturales y sociales, interrelacionados entre sí que condicionan la vida del hombre a la vez que constantemente son modificados y condicionados por éste”.
M. Novo, 1986

Esta concepción de medio ambiente implica una visión global e integrada de la realidad, que, junto a los conceptos de diversidad, interacción, organización y cambio, permiten la articulación en una concepción sistémica del mundo, dónde se estudian los elementos, las relaciones entre ellos, el contexto o el conjunto de elementos que forman los sistemas, la dinámica de los mismos, el flujo de energía, las causas de los problemas…

Esta concepción conlleva superar los planteamientos dogmáticos y el uso de recetas simplificadoras tan frecuentes en el medio académico. Supone en último término tener una actitud abierta y relativizadora en relación con el saber (no hay una única manera de interpretar la realidad), lo que significa también asumir la existencia de incertidumbres y contradicciones en nuestra aproximación al conocimiento del mundo.

El medio ambiente, un sistema que cambia

Movimientos, desplazamientos, cambios cíclicos y rítmicos, estacionales, el modelado del relieve, movimientos planetarios, dinámica de poblaciones, intervención de las personas…

Es importante comprender que las cosas no son siempre así y que una buena parte de estos cambios corresponde al azar, pero otra muy importante es debida a nuestra forma de intervenir en el medio.

Estos contenidos no se trabajan tal cuál con el alumnado, son los contenidos orientadores que se concretan en otros dependiendo del nivel educativo, del entorno, la programación específica, las características del grupo y sus intereses…

2. Contenidos procedimentales: Herramientas de trabajo

Hacer para comprender

“El aprendizaje es un proceso de descubrimiento y confrontación con el entorno. Un proceso que hace cómplices a la cabeza y a las manos. Ideas y acciones trabajan por igual en un escenario común: Comprender el mundo que nos rodea. El aprendizaje es más significativo cuanto más se deriva de nuestra implicación real en los hechos”
Querido Planeta. Huerto Alegre, 1994

Carl Sagan (1980) aventura la hipótesis de que “la clave explicativa de la revolución en el pensamiento humano que supuso la aparición del método científico entre los años 600 y 400 a.C. en Jonia, se debe tanto a la búsqueda de explicaciones a los acontecimientos como al hecho de que era una civilización manual, eso es, amante de la técnica. El desprecio por lo práctico que inundó la cultura griega después, paralizó el pensamiento científico durante dos mil años. Con la utilización de esclavos para liberar a la gente del servilismo manual, los intelectuales inaugurarían la educación formal, desprovista también de las raíces prácticas que habían caracterizado al pensamiento jónico”.

Esa identificación tan conceptual del aprendizaje, salvando las distancias temporales y culturales, ha seguido conformando la educación hasta nuestros días, junto con la separación de entornos en los que vivimos, y el mantenimiento de situaciones estáticas de aprendizaje y la pobreza de roles y referentes reales.

Nuestra interpretación de la realidad no sólo se hace a través de lo que conocemos, sino también y de forma muy importante, a través de lo que realizamos construimos, medimos, diseñamos, exploramos…Por lo tanto, desde nuestro centro se trabajan de forma global los siguientes procedimientos de aprendizaje:

El método científico

Acercarse al saber no de forma pasiva, no solamente escuchando lo que nos cuentan, desterrando de la educación la mera transmisión y acumulación de conocimientos. Se trata de implicarse, de emocionarse, aprendiendo a afrontar el conocimiento a partir de hipótesis, de búsqueda de datos, de organización y sistematización, de confrontación de los mismos…, de elaboración de conclusiones, de contrastar nuestras conclusiones, con las de nuestros compañeros, elaboración de informes y documentos que recojan nuestra investigación. Un método que a simple vista puede parecer complejo pero que una vez que se pone en práctica resulta mucho más atractivo y eficaz.

Inventar aparatos, instrumentos y útiles

Se trata de crear recursos que nos puedan ser válidos en nuestro proceso de investigación y aprendizaje, bien para solucionar desperfectos, bien como modelos explicativos, proyectando así capacidades intelectuales y manuales sobre objetos y materiales.

Capacitar para la planificación

Cualquier intervención, actividad o proceso de aprendizaje requiere un ajuste entre lo que queremos llevar a cabo y el tiempo de que disponemos. Generalmente suele ser una actividad que sólo lleva a cabo la persona que dinamiza al grupo. Esto debe trascender a los participantes de forma que ellos pongan en práctica esta herramienta o procedimiento de es de gran utilidad a lo largo de su formación.

Se trata de desarrollar la capacidad de planificar y distribuir en el tiempo una serie de actividades a través de las cuales vamos a conseguir unos objetivos. Lo que a su vez conlleva, la necesidad para definir y clarificar previamente objetivos y actividades.

Capacidad para comunicar nuestras propias ideas

El lenguaje es una de las herramientas más poderosas de comunicación de que disponemos los seres humanos. En nuestro centro diseñamos actividades dónde se trabaja este contenido, donde los participantes aprenden a expresar lo que piensan, a matizarlo, a construirlo con los demás, a perder el miedo a hablar en público. Aprender a comunicar nuestras propias ideas es algo que se aprende y se mejora con una preparación y un entrenamiento adecuado.

Aprender a escuchar

Se trata de comprender y de integrar en nuestros esquemas mentales lo que están explicando otros compañeros. Esta capacidad o herramienta va unida a la anterior, siendo tan importante como aquella. Del desarrollo de ésta va a depender la capacidad de diálogo y conversación, la capacidad de aunar criterios, de enriquecer las opiniones personales, así como la capacidad de trabajar en equipo.

Puesta en práctica del trabajo en equipo

El trabajo en equipo implica una constante relación e intercambio de ideas, tanto a nivel individual como de grupo, para que se vaya avanzando conjuntamente. Son importantes los momentos de puesta en común, de recapitulación del trabajo realizado y de reformulación de los interrogantes que estamos investigando.

No debemos olvidar que el trabajo en equipo depende de cada individuo y es importante que cada persona en particular se sienta implicada. El trabajo en equipo fomenta el desarrollo de valores de respeto, tolerancia, reconocimiento de la diversidad, así como la capacidad de valoración de lo que aporta cada persona o cada grupo al proyecto colectivo.

Desarrollo de habilidades sociales

Desarrollo de habilidades sociales en el trato con otros niños y niñas, con adultos que permitan el desarrollo y crecimiento personal y no la anulación o el seguimiento ciego a determinados líderes o protagonistas. Aprender a decir no y discrepar, aprender y tolerar las propias peculiaridades, las formas de hacer personales, respetar y aprender de los otros.

Desarrollo de habilidades físicas y psicomotrices

Desarrollo de habilidades físicas para desenvolverse en el medio natural, coordinación adecuada entre movimientos motores y perceptuales.

3. Contenidos actitudinales: Educación en valores

“Yo creo que la primera e indispensable condición ética es la de estar decidido a no vivir de cualquier modo: estar convencido de que no todo da igual… Pero quizás el verdadero intríngulis no está en someterla a un código o en llevar la contraria a lo establecido (que es someterse también a un código, pero al revés) sino en intentar COMPRENDER. Comprender por qué ciertos comportamientos nos convienen y otros no, comprender qué puede hacerlo bueno para nosotros los humanos. Desde luego, para ello será preciso no sólo fijarse en plan búho o con timorata obediencia de robot, sino también hablar con los demás, dar razones y escucharlas. Pero es esfuerzo de tomar la decisión tiene que hacerlo cada cual en solitario: nadie puede ser libre por ti”.
Ética para Amador. Fernando Savater

Es uno de los retos de la educación actual: desarrollar contenidos que tienen que ver con el respeto por el entorno natural y social, con la igualdad de las personas y el respeto a la diversidad, con la capacidad de aprender a convivir y solucionar de forma pacífica los conflictos, preocuparse por la salud propia, así como por otros hábitos relacionados con el consumo y el despilfarro.

Es la educación en valores que no tiene la categorización de área o materia reglada pero que conlleva contenidos educativos de primer orden, con un evidente potencial ético para contribuir al desarrollo integral de las personas.Huerto Alegre, en el diseño de sus programas y actividades educativas contempla estos contenidos y aspectos al mismo nivel que lo anterior y en muchos casos de forma prioritaria.

Aprender a convivir y solucionar los conflictos interpersonales de forma pacífica

Respetando el ritmo y las necesidades de los demás y al mismo tiempo aprendiendo a dar respuesta a los conflictos de forma constructiva y pacífica.

La estancia en nuestros centros es una experiencia global en la que se combina trabajo y vida en común. Una experiencia en la que el aprendizaje no está parcelado, no tiene tiempos ni espacios excluyentes, surge, por el contrario, de la experiencia de cada persona compartida con el resto del grupo.La convivencia es probablemente de las cosas más importantes que sucede en nuestros centros. Los participantes comparten el trabajo y el ocio, la investigación y el aprendizaje, las tareas domésticas, la resolución de conflictos, la toma de decisiones…, a partir de esta experiencia compartida se ponen en evidencia las claves de la convivencia y se llevan a la práctica.

Fomentar el respeto por la diversidad, relacionada con las personas bien sea por su carácter, habilidades particulares, raza, sexo, religión…

Se trata de desarrollar la capacidad de comprender primero las diferencias y aceptarlas y en segundo lugar respetarlas, contribuyendo a la creación de un ambiente de entendimiento dónde cada cual puede encontrar su espacio para sacar de sí lo mejor y compartirlo con los otros.

Es importante que aprendamos a acomodar ritmos, participar en las actividades de forma indistinta, sin marginar ni segregar a nadie, poner en práctica la cooperación y el apoyo mutuo en las diferentes iniciativas y trabajos que pongamos en marcha y, al mismo tiempo, aprender a escuchar y comprender las discrepancias intelectuales del resto de participantes, incorporándolas a los propios esquemas mentales.

Desarrollar el concepto de igualdad entre ambos sexos

Sigue siendo una realidad en nuestra sociedad la atribución de roles según el sexo. Roles que condicionan el comportamiento y la conducta de muchos adultos, así como de muchos jóvenes. En función del rol atribuido, este condicionamiento supone la mayoría de las veces un freno y una restricción en el proceso de desarrollo personal.

Se trata, por tanto, de contribuir a que los participantes se formen una imagen ajustada de sí mismos, de sus características y posibilidades fomentando la autoestima y el afianzamiento de la identidad personal. También es esencial, que conozcan las creencias y valores de nuestro patrimonio cultural, valorándolos críticamente y eligiendo aquellas opciones que mejor favorezcan su desarrollo integral.

Y, por último, ser capaces de trascender los roles sociales valorando el desarrollo como personas y el derecho a la igualdad, al respecto y la tolerancia de las diferencias, intentando evitar en el futuro la segregación y marginación por sexo, así como sucesos de la violencia y agresión a las mujeres.

Desarrollo de hábitos democráticos para la toma de decisiones o solución de conflictos

Se trata de aprender a argumentar nuestras opiniones en base a ideas razonadas y no a reacciones o planteamientos improvisados, aprender también a escuchar y entender los argumentos de los demás, coincidiendo con ellos o discrepando también en función de argumentos. Todas las decisiones, modificaciones o soluciones de conflictos se debaten y contrastan, actuando siempre desde planteamientos consensuados y no impuestos.

Desarrollo de hábitos relacionados con el consumo responsable que propicien el ahorro y no es despilfarro

Todo lo que utilizamos proviene de una y otra forma de la naturaleza. En la medida que esta explotación se acelera y complejiza, alterando los ciclos naturales, esto se convierte en un mecanismo destructivo, insostenible. Hoy somos seis mil millones de personas y sólo una quinta parte de esta humanidad, disfrutamos realmente de las plusvalías generadas por siglos de conocimiento y avances científicos y tecnológicos.

No sólo es necesario un reparto más equitativo y justo de la riqueza sino un cambio de valores y sobre todo respecto a nuestros modos de vida. Así pues, es un objetivo prioritario para el equipo pedagógico es que las personas que participan en nuestros centros, comprendan esta realidad y aprendan a consumir de una forma más responsable, solidarizándose con el comercio justo y, al mismo tiempo, hacerlo desde una perspectiva más ecológica y ambiental.

Promoción de la salud y del cuidado personal

El cuidado personal saludable está inevitablemente vinculado con el estilo de vida de cada persona, así como con el sistema de creencias y valores.

En nuestros centros pretendemos fomentar unos valores saludables y ecológicos con respecto a este tema a través del conocimiento y la importancia de una dieta equilibrada, así como impulsando nuevas formas de ocio y tiempo libre, vinculados con el gusto por la naturaleza y las actividades al aire libre. Se trata de fomentar un estilo de vida en la que estén integrados estos valores.

Principios didácticos

Además de todo ello, Huerto Alegre tiene una serie de principios didácticos que envuelven todos estos objetivos y contenidos.

Las ideas previas y el aprendizaje constructivo

Como ya hemos apuntado anteriormente, transmitir una realidad inventariada, carece de sentido. Las personas debemos de recorrer nuestro propio proceso de aprendizaje, edificando el conocimiento desde la realidad propia de la que partimos. El modelo constructivo es por tanto el marco de actuación pedagógica sobre el cual diseñamos nuestros programas y sus diferentes estrategias educativas.

La experiencia directa

Una de las premisas de las que parte la Educación Ambiental, es la aproximación al objeto de estudio, un proceso educativo en el que el medio se convierte en instrumento a la vez del mismo y dónde el propio sujeto observador forma parte de ese conjunto. Es importante poder confrontarnos con experiencias en las que poder intervenir de forma directa y crítica y de las que poder extraer conocimientos a nuestro alcance.

La participación y el disfrute

El aprendizaje es algo que realizamos fruto de una necesidad natural: la necesidad de conocer y de relacionarnos con el medio. Un proceso que, muy al contrario de lo que tradicionalmente se venía pensando, es y debe ser placentero. Todas las actividades de nuestros centros están enfocadas a motivar a la participación, premisa necesaria para que el trabajo se convierta en algo atractivo y enriquecedor.

El medio ambiente y la perspectiva globalizadora

Comprender, conocer e intervenir en la realidad, partiendo de las relaciones de interdependencia que se establecen entre sus elementos, nos ayudará a valorar la importancia de la repercusión de cualquier hecho o acontecimiento en el entorno.

Nuestros actos, por insignificantes que parezcan, tienen una repercusión en el medio. Somos parte de un todo, estrechamente dependiente de sus elementos. La utilización de este enfoque global en los procesos de aprendizaje va a fomentar una conciencia más ecológica y solidaria, una forma de entender la realidad en el que todo y todos tienen cabida.

La reflexión crítica: la evaluación

El equipo pedagógico evalúa el desarrollo de las actividades realizadas en cada momento, teniendo en cuenta los objetivos específicos planteados inicialmente en la programación. Se trata de fomentar un constante perfeccionamiento y mejora de los programas, contenidos y actividades y un efectivo trabajo en equipo. Los participantes participan en este proceso a través de un cuestionario, de la asamblea de valoración de la experiencia y cuando se trata de grupos escolares el profesorado también participa en este proceso, además de realizar una reflexión posterior desde el propio centro educativo con sus alumnos, incorporando sus conclusiones a la evaluación global del proyecto.

3. La educación ambiental en espacios naturales protegidos

La situación de la Granja Escuela Huerto Alegre (P.N. de las Sierras de Alhama, Tejeda y Almijara) y del Aula de Naturaleza Ermita Vieja (P.N. y Nacional de Sierra Nevada), supone un estímulo importante en el desarrollo de nuestro programa educativo.

A través de estos espacios en los que interviene la administración, en los que están reguladas las actividades según su impacto, a través de los planes de uso y gestión, y sobre los que se investiga de forma especial, los participantes en la Granja-Escuela y en el Aula de Naturaleza pueden adquirir más fácilmente una conciencia ambiental, al ponerse de relieve el valor ecológico de estos espacios.

Las actividades y contenidos también se concretan y adecúan a las peculiaridades y problemática de cada uno de estos espacios: figuras de protección, gestión de los espacios naturales protegidos, actividades económicas, valores ecológicos y culturales, problemas ambientales, uso público…

Cobran aquí especial importancia las relaciones de las personas con los espacios protegidos (intereses encontrados: administración, habitantes, uso público…), existiendo diversas actividades diseñadas específicamente para profundizar en estas interacciones.

4. La calidad, una exigencia en todos los ámbitos de nuestro trabajo

Pensamos que la calidad debe impregnar no sólo el desarrollo del programa educativo, sino también las actuaciones necesarias en cada una de las etapas de dinamización del proceso: desde la generación de ideas, la organización interna y coordinación de los diferentes centros y programas, la formación y reciclaje del equipo, la información y comunicación previa con los asistentes, la imagen y divulgación del centro, el trato humano hacia los participantes hasta en la evaluación de los programas. De la interacción de todo ello depende la coherencia global del proyecto, que es uno de nuestros retos constantes.

Calidad en la generación de ideas

Cuando hay que asumir retos, producir nuevos programas, diseñar campañas… el primer paso es recoger a través de una lluvia de ideas, las propuestas, puntos de vista y posibilidades para afrontar el trabajo. El debate, la contrastación y la suma de diferencias permiten la mejor elección posible.

Calidad en la organización

Las personas que trabajamos en el centro formamos un equipo con diferentes niveles de organización y de responsabilidad. Hemos elaborado un organigrama de funcionamiento y un documento interno en el que están definidas las responsabilidades y funciones de cada persona del centro. Cada programa, tiene su equipo de trabajo y una persona que lo coordina. La toma de decisiones y la circulación de la información se realiza a través de las diferentes reuniones previstas para cada trimestre (programación, coordinación, evaluación…). Según los temas a tratar, tenemos tres tipos de reuniones:  a nivel de centro o programa, a nivel de coordinación de programas y por último las reuniones en las que participan todas las personas del centro.

Calidad en la formación y la formación permanente del equipo

Pensamos que es enriquecedor para el equipo de trabajo, que las personas que lo conforman tengan una formación multidisciplinar, de tal forma que aporten puntos de vista complementarios para el desarrollo de toda la actividad del centro.

El proyecto educativo del centro es el documento de partida de la autoformación del equipo. Este es debatido y enriquecido, a partir de la práctica educativa cotidiana. Un plan de formación organizado hace que cada persona avance en su proceso de autoformación.

Seminario interno de autoformación: Reunión normalmente trimestral en la que una persona se prepara un tema, un libro, un artículo de interés y lo expone al resto del grupo. A continuación, hay un debate y elaboración de conclusiones. Estas sesiones son muy interesantes para ir creando una sensibilidad común y además por lo que implica de esfuerzo personal y formativo el tener que prepararse un tema y exponerlo ante un público, la utilización de medios audiovisuales…

Cursos de formación en fines de semana: Anualmente programamos cursos de formación para la población en general, unos organizados sólo por nuestros centros y otros en colaboración con el Centro de Profesorado, doce o catorce al año, sobre diferentes temas que están abiertos a la participación de todas las personas del centro.

Fondo de autoformación: Tenemos un presupuesto anual para la asistencia a cursos, jornadas, congresos… que consideremos interesantes.

Intercambio entre centros: Aunque nuestros centros comparten el mismo proyecto educativo, bien es cierto que cada uno tiene un entorno, unas connotaciones, recursos y peculiaridades diferentes, por lo que hemos considerado interesante realizar intercambios entre los miembros de cada centro, consiguiéndose también una implicación y complicidad entre ambos equipos, además del propio enriquecimiento personal.

La imagen, comunicación y divulgación del centro

Vivimos en una sociedad en la que, a diferencia de otras, la imagen exterior de una actividad, producto o servicio, juega un papel decisivo en la propia viabilidad del mismo. Se diría que la función del soporte casi se equipara a la importancia del contenido.

Nuestro centro se ha distinguido desde sus comienzos por cuidar mucho la presentación de su trabajo: publicaciones, actividades, proyectos…Hoy no sólo es necesario volcar la imaginación en realizar buenos trabajos, sino que además es bueno saber presentarlos. Los aspectos por tanto de divulgación, comunicación, presentación y las relaciones externas en general, ocupan un lugar destacado en todas las iniciativas que desarrolla el centro.

La utilización de materiales ecológicos o reciclados, las ilustraciones, la claridad y sencillez de los diseños y mensajes… una línea sencilla, atractiva y moderna… es lo que siempre hemos perseguido.

La calidad de las instalaciones y recursos materiales

El diseño de las instalaciones y su uso, están en función del proyecto educativo. Calidad y cantidad de espacios para desarrollar las actividades, recursos y espacios adecuados para utilidades diversas, material para la investigación, flexibilidad para trabajar en función de las características del grupo.

Recursos para el ahorro energético, sistemas para la selección y separación de residuos…

Espacios limpios, cuidados, libres de deterioros o pintadas, que los participantes tomarán como suyos, cuidándolos y responsabilizándose de ellos durante su estancia.

Calidad en el mobiliario y número de dormitorios, servicios, comedor, espacios para estar… que permita que el grupo se sienta a gusto y cómodo durante esos días.

Además, la alimentación, en calidad y cantidad, debe estar en consonancia con todo ello.

La calidad en el trato humano

Es importante la generación de unas buenas relaciones interpersonales entre el propio equipo y el desarrollo de un trato especial, con cierta sensibilidad, hacia las personas que participan en nuestros centros. Queremos crear un clima de convivencia y respeto en el que todo el mundo se sienta “como en casa”.

5. Nuestro compromiso social “cambiar las cosas”

Después de veintidós años de trabajo en educación ambiental en diferentes ámbitos, seguimos impulsándola desde nuestras diversas líneas de actuación.

Somos conscientes de que nuestro planeta es una casa frágil y limitada en sus recursos. Una casa con 5.000 millones de años de historia que viene funcionando con la suficiente armonía como para llegar hasta nosotros tal y como la conocemos. Sin embargo, hoy en día es para muchos una casa “incómoda y mal gobernada”. Ciudades que olvidan a quiénes las pueblan, uso inadecuado de recursos, desequilibrios sociales, un modelo de desarrollo pródigo, esquilmador y obviamente no sostenible…

Como queda claro, nuestra voluntad y nuestro compromiso como centro es intervenir globalmente en educación. Hemos hecho de la profesión una pasión. Apostamos por un modelo educativo expuesto a una pluralidad de ámbitos dónde entren en juego diferentes instituciones sociales para poder capacitar a la población para comprender su entorno globalmente y dotarla de instrumentos de interpretación e intervención coherentes, y poder entre todos “cambiar las cosas” para convivir en un mundo de todos y no sólo de unos cuantos.