Hacia un modelo integrado de sistema educativo

El aprendizaje no solo ocurre en el espacio y el tiempo escolar. Aprendemos de todo lo que vivimos.

La actual concepción de sistema educativo, puede ser enriquecida con la aportación y la cooperación de todo el entorno: familias, asociaciones, centros culturales y ambientales, museos, espacios urbanos, rurales, naturales…) que de una forma compartida y coordinada aporten al alumnado experiencias y una vinculación vivencial con el territorio.

Los centros educativos tendrían el papel de motor, para guiar y conducir el aprendizaje, decidiendo y orientando la forma de aprovechar la potencialidad educativa de las diferentes experiencias fuera del aula.

“Conocer el medio ambiente experimentándolo, recorriéndolo, viviéndolo y después estudiarlo operativamente para comprenderlo… La escuela se convertiría así en un laboratorio de estudios ambientales  y de intervención territorial, a través del análisis de los problemas, de hacer proyectos compartidos de espacios naturales urbanos y de buscar soluciones a los problemas identificados. La escuela podría volverse así una institución capaz de comprometerse, de llevar su acción fuera de sus paredes…”

F. Tonucci

Aprendizaje Constructivo

Cada persona deben construir y recorrer su propio proceso de aprendizaje, tomando como referencia la realidad en la que se desenvuelve y la interpretación que hace de todo lo que le sucede, construyendo nuevas ideas sobre el mundo, aprendiendo a  vivir, aprendiendo a pensar.

El modelo constructivo será por tanto el marco de actuación pedagógica sobre el cual el Centro de Innovación Educativa Huerto Alegre diseña sus programas y sus diferentes estrategias didácticas.

Hacer para comprender, disfrutar para aprender

El aprendizaje es un proceso que hace cómplices a la cabeza y a las manos. Ideas y acciones trabajan por igual en un escenario común: comprender y actuar en el mundo que nos rodea, aportando creatividad y mejoras. Todo ello se hace más significativo, cuando se deriva de nuestra implicación real en los hechos: observar, hacer preguntas, investigar, elaborar respuestas e ideas, actuar, implicarse, emocionarse, asombrarse, construir pensamiento, intervenir en el lugar donde vivimos para mejorarlo.

Queremos que los niños, niñas, jóvenes y mayores que vienen a Huerto Alegre, disfruten de lo que aprenden y surja en ellos la necesidad de ir más allá, de saber más. Nuestras propuestas pretenden provocar ese entusiasmo y esa motivación necesaria que impulsa el interés por conocer y aprender como un proceso fascinante, repleto de retos y aventuras.

Educación ambiental en las raíces de nuestro proyecto

La Educación Ambiental es una estrategia pedagógica que ofrece nuevas formas de mirar y comprender el mundo con la finalidad de mejorar las relaciones de las personas con el entorno y de las personas entre si. El universo que hay en cada persona, en las demás y en nuestro entorno.

“Cambiar las cosas es revisar nuestros modelos y actitudes, nuestra forma de entender la realidad, es concebir nuevas reglas donde todo y todos entren en juego.”

Querido Planeta. Huerto Alegre. 1994

Desde la educación ambiental nos acercamos a la comprensión del entorno como algo complejo, incierto, sujeto a intereses y visiones múltiples. A través de diferentes propuestas didácticas pretendemos concienciar sobre la fragilidad del medio y del papel que jugamos las personas en él para favorecer o no su equilibrio. Además se construyen propuestas e ideas para contribuir desde la acción, al desarrollo de un entorno más sostenible, justo y equitativo. 

Un proyecto educativo vivo

Un proyecto educativo VIVO, respalda las  propuestas didácticas, un proyecto en permanente revisión y construcción, formado por un equipo de profesionales de diferentes ámbitos , que  a través de la evaluación permanente, reflexiona y analiza el trabajo realizado, generando propuestas y ajustes constantes.